miércoles, 2 de junio de 2010




















los días no tienen nombre
los recuerdos resbalan

abro los ojos después de un milenio o de un minuto
la cortina sigue sus movimientos inerciales
el silencio es el mismo

mis músculos no se recuerdan a sí mismos
porque no hay por qué
vuelvo a dormir sin sueño
los días no tienen nombre
el tiempo es de plomo